miércoles, 17 de julio de 2013

DOCE DEFENSAS MÁS

DOCE DEFENSAS MÁS



  Continuando con la saga recientemente iniciada, repasamos a continuación a todos aquellos otros defensas que, siempre a juicio subjetivo y personal de quién esto escribe, no han sido merecedores de anteriores (o posteriores) semblanzas individuales, pero de los que guardo grato recuerdo y no me gustaría que cayeran en el olvido. Todos ellos, en unión de otros muchos más, han colaborado en mayor o menor medida a forjar el carácter y la idiosincrasia de los atléticos.
  1.- MELO. Francisco Delgado Melo nació en la cacereña localidad de Plasencia (otro extremeño ilustre atlético más) el día trece de noviembre de mil novecientos cuarenta y tres. Cuando “llegué” al Atlético de Madrid, Melo ya estaba instalado cómodamente en el lateral derecho del equipo. Y lo estaría varios años más. Es el primero en esa ubicación del que guardo recuerdo.
  No era particularmente ofensivo. No obstante, fue de los primeros en no permanecer estático y subir al ataque por su banda cuando era necesario. Guardando siempre la parcela defensiva, por supuesto. Sobrio, rápido y dinámico. Los extremos izquierdos de su época no se ponían muy felices al encontrárselo.
  Tras jugar en categorías inferiores con el Plasencia y el Béjar, lo hizo en Segunda División con el Valladolid durante cuatro campañas. Le fichó el Aleti para la 68-69. Al principio, en el centro del campo. Luego descendió a la defensa. Permaneció nueve temporadas, hasta la 76-77. La última no jugó absolutamente nada y la penúltima casi nada. En la primera, sin embargo, se hizo prontamente con la titularidad. Defendió la rojiblanca en un total de 243 partidos oficiales, repartidos en 193 de Liga (22, 30, 29, 32, 17, 31, 30, 2 y 0), 24 de Copa (en su caso, todos del Generalísimo), otros 24 de las tres diferentes competiciones europeas de la época (Copa de Europa, Recopa y Copa de la U.E.F.A.) y 2 de la Copa Intercontinental frente al Independiente de Avellaneda. Jugó de titular los dos encuentros, ida y vuelta. Anotó un solo gol como rojiblanco, en su primera temporada, en Liga ante el Córdoba, en una cómoda victoria a domicilio por tres goles a cero. Los otros dos, de Collar y Ufarte.
  Internacional en dos ocasiones. Ambas en 1970, aunque en diferentes temporadas, y en sendos amistosos frente a la República Federal Alemana y Grecia.
  2.- RUIZ. Miguel Ángel Ruiz García nació en Toledo el día cinco de enero de mil novecientos cincuenta y cinco. Su elevada estatura le permitió destacar también en baloncesto en sus años de formación. Como ya comenté en el artículo dedicado a Arteche, también con pasado baloncestístico, sus improvisados piques en las galerías del estadio, donde se ubicaron unas canastas, fueron legendarios.
  Reclutado para la cantera atlética, llegó al primer equipo procedente del Atlético Madrileño en la temporada 77-78, permaneciendo diez en plantilla. Las dos primeras jugó poco, haciéndose con la titularidad a partir de la tercera.
  Nunca fue excesivamente apreciado por la grada que, en numerosas ocasiones, recibía con murmullos sus intervenciones. Tampoco se puede decir que fuera santo de mi devoción. Pero lo cierto es que se mantuvo muchos años al pie del cañón, defendiendo con todo su esfuerzo la camiseta de rayas rojas y blancas.
  Casi siempre formó en el centro de la zaga, casi siempre con Arteche a su lado. Sin embargo, en su trayectoria destaca una atipicidad. En las campañas 80-81 y 81-82, con García Traid en el banquillo y Cabeza en la Presidencia, cuando casi se gana la Liga en la primera de forma sorpresiva y el detonante final de su no consecución fue el “Margüendazo”, colaboraba desde el centro del campo, compartiendo línea con Quique y Dirceu, a los que les hacía el trabajo “sucio” de recuperar balones. Su sobresaliente juego aéreo le permitía incorporarse con frecuencia al ataque y anotar un buen puñado de goles. De hecho, en la 81-82, año previo al Mundial de España 82, la revista “Don Balón” confeccionó una encuesta entre los propios futbolistas, votando ellos mismos línea por línea a sus compañeros en diversas facetas del juego. En la de “juego aéreo” entre centrocampistas venció Ruiz por abrumadora mayoría.
  Participó como rojiblanco en 356 partidos oficiales, distribuidos en 263 de Liga (5, 13, 29, 34, 33, 26, 26, 25, 34 y 38), con 17 goles (0, 1, 3, 5, 3, 2, 0, 2, 1 y 0), 44 de Copa del Rey (con 5 aciertos), 21 de las diferentes tres antedichas competiciones europeas (sin goles),  26 de Copa de la Liga (con 3 tantos) y 2 de la Supercopa de España (con 1 gol). No fue internacional. Continuó carrera con tres años más en el Málaga, el primero en Segunda y los dos siguientes en Primera.
  3.- BALBINO. Balbino García Puerto nació en Cabañas Raras (León) el día nueve de agosto de mil novecientos cincuenta y cinco. Tras dos esplendorosas campañas en Primera División con el Salamanca, siendo convocado en varias ocasiones, sin llegar a debutar, con la selección española, fichó por el Aleti en la temporada 80-81, permaneciendo un total de seis, hasta la 85-86. Indudablemente sus dos mejores campañas fueron las dos primeras, aquellas en las que Ruiz salía en el medio del campo, reservando el centro de la defensa, en unión de Arteche, para el leonés. Cuando Ruiz se atrasó, el perjudicado fue Balbino, que quedó como primer central reserva.
  Sobrio, expeditivo y contundente, no llegó a llenar por completo a la exigente parroquia rojiblanca, que le achacaba en ocasiones ciertas dosis de inseguridad.
  Un total de 155 partidos oficiales, de ellos 104 de Liga (33, 28, 13, 18, 10 y 2), 29 de Copa del Rey, 7 de competiciones europeas (5 de Copa de la U.E.F.A. y 2 de Recopa) y 15 de Copa de la Liga. Anotó tan sólo dos goles como rojiblanco, uno en Liga y otro en Copa. El de Liga en la jornada 28ª de la  81-82, ante el Valladolid, con victoria casera por dos goles a cero. El suyo fue el primero y el segundo de Quique. Y el de Copa en la 83-84, en goleada por cinco a cero en una de las primeras rondas, ante el Tarancón. Nunca fue internacional. Cuando abandonó el Aleti, todavía jugó dos años más en Segunda División, con el Recreativo de Huelva y de vuelta a Salamanca.
  4.- GOICOETXEA. Andoni Goicoetxea Olaskoaga nació en Alonsotegui (Vizcaya) el día veintitrés de agosto de mil novecientos cincuenta y seis. Su aportación a la causa atlética no puede aducirse que haya sido especialmente relevante, pero al igual que otros jugadores de estos artículos colectivos (verbigracia, Abbiati o López Ufarte) le traigo a estas líneas por la enorme significación y trayectoria de la que han disfrutado en el fútbol nacional e internacional. Hubo un día en el que jugaron en el Aleti. Después de toda una vida dedicada al Athletic de Bilbao, fue fichaje de relumbrón de Jesús Gil recién llegado a la Presidencia, en unión de otros varios más, en la temporada 87-88. Se mantuvo tres en plantilla, hasta la 89-90. Sus continuas lesiones (muchos dicen que motivadas por su ya avanzada edad) solo le permitieron defender el escudo rojiblanco en 48 encuentros oficiales, repartidos en 34 de Liga (12, 14 y 8), 12 de Copa del Rey (4, 8 y 0) y 2 de Copa de la U.E.F.A. (última temporada, los dos de primera ronda ante la Fiorentina de un emergente Baggio). Ningún gol.
  En los partidos que pudo jugar conformó un infranqueable tándem con Arteche. Su muestra más relevante y, en mi opinión, mejor partido como rojiblanco madrileño de Goikoetxea fue en la jornada 10ª de la Liga 87-88, 7 de noviembre de 1987. Contundente victoria por cero goles a cuatro, a domicilio, frente al intratable Real Madrid de “la quinta del Buitre”, anotados por Julio Salinas, Futre y dos de López Ufarte. Ese día Butragueño, Hugo Sánchez, Michel y demás apenas osaron pisar el área, por lo que les pudiera pasar.
  En su época colchonera mostró una carencia que no había enseñado en el equipo bilbaíno ni en la selección. Su alarmante falta de velocidad, acrecentada por su avanzada edad. El famoso “achique de espacios” de Menotti provocaba que la línea defensiva se ubicara muy adelantada y, cuando era sobrepasada, se debía correr velozmente hacia atrás para recuperar la posición. Él lo hacía, pero no velozmente.
  Fue treinta y nueve veces internacional (las dos últimas, ya en el Aleti), anotando cuatro goles. Acudió al Mundial de México 86.   
  5.- PEDRO. Pedro González Martínez nació en Villarcayo (Burgos) el día dieciocho de abril de mil novecientos sesenta y ocho. Tras despuntar dos campañas con el Burgos en Segunda División y una más con el Logroñés en Primera, llegando a ser convocado para la selección sub´21, es fichado por el Aleti en la temporada 90-91, permaneciendo cuatro en plantilla, hasta la 93-94.
  Destacó inicialmente como centrocampista de banda, con un toque prodigioso con su pierna zurda y un durísimo disparo lejano, que le convirtieron en habitual lanzador de faltas. Con su llegada al equipo colchonero, retrasó su posición a la de lateral izquierdo. Era potente en carrera, pero no era excesivamente veloz, lo que le impedía en ocasiones mayor penetración ofensiva. En defensa su formación atacante le provocaba algún que otro despiste de posición.
  Nunca llegó a alcanzar la titularidad indiscutible. Lo incluyo en estas líneas por la impresión personal de que sus grandes cualidades no pudieron llegar a ser aprovechadas en su integridad. Siempre esperábamos algo más de su prodigiosa pierna izquierda. Tampoco le ayudaron las frecuentes lesiones. Se vio finalmente obligado a abandonar el club en una época convulsa para el mismo, repleta de cambios de entrenadores cada poco tiempo.
  Sus partidos oficiales rojiblancos son 71. De ellos, 56 de Liga (18, 3, 9 y 26), con 5 goles, todos en su última campaña, indudablemente la mejor, en la que lanzaba faltas y penaltis. En la mítica remontada frente al Barcelona, anotando cuatro goles en el segundo tiempo frente a los tres de Romario antes del descanso, jornada 9ª de esa Liga, el 30 de octubre de 1993, participó con el segundo, batiendo de un zurdazo inapelable de falta a Zubizarreta. El primero y el tercero fueron del polaco Kosecki y el cuarto y definitivo de Caminero. Además, 5 de Copa del Rey, 6 en Europa (2 de Recopa y 4 de Copa de la U.E.F.A.) y 4 de Supercopa de España. No fue internacional. Luego militó dos campañas más con el Sevilla en Primera y otra con el Alavés y otra más con el Extremadura en Segunda.
 
6.- TONI. Antonio Muñoz Gómez nació en Córdoba el día cuatro de febrero de mil novecientos sesenta y ocho. El lateral izquierdo del “doblete” es inexcusable que pase por aquí. Procedente del equipo de su ciudad natal fichó por el Atlético de Madrid en la temporada 89-90. Su primer año lo disputó con el Atlético Madrileño, entonces en Segunda División, en posición de centrocampista de banda y mostrando a los que éramos asiduos al filial su portentosa pierna izquierda.
  A la siguiente, 90-91, ascendió a todos los efectos al primer equipo donde, tras un primer año de consolidación, alcanzó de forma indiscutible la titularidad en el lateral izquierdo. Durante once campañas, hasta la 00-01. Fue uno de los que no abandonó el barco con el descenso, llegando a jugar su último año en Segunda División. En el equipo del “doblete” era un desahogo para los centrocampistas. Dado que su teórico compañero de banda, Simeone, se desplazaba de continuo hacia el centro, ofrecía salida a sus compañeros con sus continuas subidas. Su inconmensurable pierna izquierda le permitía además centrar con precisión e incluso lanzar faltas con peligro, anotando unos pocos goles. Si bien es cierto que, en ese año, las que Pantic le dejaba.
  Defendió la camiseta rojiblanca en 327 partidos oficiales. De ellos, 251 de Liga (11, 30, 33, 19, 34, 40, 34, 13, 22, 7 y 8), 40 de Copa del Rey, 32 de diferentes competiciones europeas (Champions League, Recopa y Copa de la U.E.F.A.) y 4 de Supercopa de España. En todos ellos marcó 5 goles, 2 en Liga, 2 en Copa y 1 en Recopa, en cuartos de final ante el Brujas belga.
  Fue diez veces internacional, todas ellas con Clemente de seleccionador, anotando dos goles. Tras retirarse como jugador, continuó apoyando a la causa atlética como director de fútbol base y director deportivo.
  7.- GELI. Delfí Geli Roura nació en Salt (Gerona) el día veintidós de abril de mil novecientos sesenta y nueve. Tampoco podía faltar el lateral derecho del “doblete”. Procedente de la cantera del Barcelona, donde llegó a debutar en Primera, y tras tres años de cesión en el Albacete, se desvinculó por completo del equipo barcelonista en la temporada 94-95, en la que fue fichado por el Aleti. Hasta la 98-99. En total, cinco campañas, en las que le dio tiempo a participar como rojiblanco en 182 encuentros oficiales. De Liga fueron 139 (36, 39, 30, 28 y 6). En su último año fue vilmente ignorado por Sacchi y “resucitado” cerca del final por un Antic de vuelta ante la amenaza que se cernía del descenso. No se materializó esa temporada, pero sí a la siguiente. De Copa del Rey, 25. En Europa, 16, distribuidos equitativamente entre Champions League y Copa de la U.E.F.A.. Y, finalmente, 2 de Supercopa de España. Anotó 11 goles. Buena cifra para un lateral. Nueve de Liga y dos de Copa.
  Al igual que Toni, participaba mucho en tareas ofensivas en el equipo del “doblete”, subiendo por el carril diestro que en este caso le dejaba libre Caminero con sus desplazamientos hacia el medio. Supongo que nadie habrá olvidado que el medido centro que peinó Pantic para conseguir el gol de la victoria en la final de Copa de 1996 ante el Barcelona fue suyo.
  Tras abandonar las filas colchoneras, todavía jugó para Albacete de nuevo (una temporada, en Segunda), Alavés (tres en Primera; es recordada historia alavesista por su desgraciado autogol en la prórroga de la final de la Copa de la U.E.F.A. 00-01) y Gerona (de vuelta a casa; dos años en Segunda B). Internacional en cuatro ocasiones, tres con Miera y una con Clemente. Todos amistosos, mientras defendía al Albacete. No marcó gol alguno con la selección.
  8.- SANTI. Santiago Denia Sánchez nació en Albacete el día nueve de marzo de mil novecientos setenta y cuatro. Finalmente, tampoco se podía olvidar al central derecho del “doblete” (el izquierdo, Solozábal, fue merecedor, siempre a mi subjetivo juicio, de entrada individual en este blog). Despuntó muy joven en el Albacete (donde coincidió dos años con Geli), procedente de su cantera, donde llegó a adquirir probada experiencia con tres campañas como titular en Primera. Fichado, en unión de Molina, el mismo año del “doblete”, 95-96. En este equipo mostró desde el principio su descomunal inteligencia táctica, valentía, liderazgo (pese a ser un joven recién llegado) y decisión. Los dos centrales no eran excesivamente físicos, pero gobernaban el “tempo” de los partidos por pura inteligencia. Santi ofrecía además mayor dureza e intimidación que Solozábal.
  Defendió la zamarra rojiblanca durante diez campañas, hasta la 04-05. Por consiguiente, ha sido uno de los pocos, si no el único (acaso también Correa, con menor relevancia), que ha vivido en el club títulos, descenso y ascenso. Traducido en partidos, 298 oficiales, distribuidos en 225 de Liga (37, 37, 33, 30, 28, 23, 15, 8, 14 y 0), 42 de Copa del Rey, 29 de competiciones europeas (Champions League, Copa de la U.E.F.A. y hasta uno de Intertoto) y 2 de Supercopa de España. Su escasa participación en su última campaña, donde apenas disputó el reseñado partido de Intertoto y dos más de eliminatorias tempranas de Copa, motivó que abandonase el club en el mercado de invierno de vuelta a Albacete.
  Dos veces internacional, ambas con Clemente, en su etapa atlética. También con él acudió a los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, tal y como ya se reseñó en el anterior artículo de este blog denominado “Olímpicos atléticos”.
  9.- ANDREI. Andrei Frascarelli nació en Pederneiras (Brasil) el día veintiuno de marzo de mil novecientos setenta y tres. Cuando en diversos foros atléticos se saca el recurrente tema del peor fichaje de la historia del club, muchos se acuerdan de él, equiparándolo con elementos como “Pato” Sosa o similares. Con absoluta injusticia. No puedo estar más en desacuerdo. También en foros futbolísticos generales se le trata como violento y leñero. También estoy en completo desacuerdo, pero aquí le doy menos importancia, dado que todos sabemos que esas apreciaciones son interesadas.
  Al contrario, en mi opinión, Andrei ofreció en su única campaña rojiblanca (97-98) un rendimiento excelente. Antic en el banquillo. Lo inexplicable es que solamente permaneciera un año y no se le dotara de la necesaria continuidad que su rendimiento sobre el terreno demandaba.
  Defensa central zurdo, expeditivo y contundente, veloz en el cruce, elegante en la salida del balón (particularmente en desplazamientos largos) y con autoridad manifiesta. Anotó un buen número de goles, aprovechándose de su arrojo y valentía en los remates de cabeza y de su potente disparo, tanto en jugada como en lanzamientos de falta, con su pierna siniestra. Fichado del equipo brasileño del Atlético Paranaense para llenar el hueco dejado por Solozábal, obligado a abandonar el club por los caprichos de Antic, y ante la inseguridad evidente de su primer sustituto, el rumano Prodan.
  En su única campaña rojiblanca disputó 41 partidos oficiales. Casi siempre conformando dupla central con Santi. En ocasiones con López o Prodan. De los cuales 31 fueron de Liga, donde marcó 4 goles (entre ellos, el de la última jornada en Santander que valió para vencer por cero a uno al Rácing y convalidar plaza europea), 1 de Copa del Rey y 9 de Copa de la U.E.F.A.. Sin goles en estas dos últimas competiciones.
  Sus excelentes prestaciones se vieron recompensadas con la salida (repito, en mi opinión inexplicable). Retornó a Brasil, regresando fugazmente a España, al Betis.
  10.- GARCÍA CALVO. José Antonio García Calvo nació en Madrid el día uno de abril de mil novecientos setenta y cinco. Hasta la eclosión de Juanfran, único jugador procedente de la cantera madridista que se puede decir que haya triunfado plenamente con la elástica rojiblanca, dejando de lado fracasos absolutos anteriores a él como el de Losada o relativos posteriores como el de Jurado. En su caso, además, mostrando claras inclinaciones colchoneras en el pasado.
  Tras salir del Real Madrid, defendió la blanquivioleta camiseta del Valladolid durante tres campañas. Allí volvería tras abandonar la orilla del Manzanares. Fichado en la temporada 01-02, militando el equipo en Segunda División, se convirtió en uno de los bastiones del ascenso, como defensa central. Su seguridad defensiva, velocidad y anticipación provocaron que lo continuara siendo en Primera durante cuatro ejercicios más, hasta la 05-06.
  Un total de 124 partidos oficiales, desglosados en 106 de Liga (35, 22, 22, 15 y 12), 14 de Copa del Rey y 4 de competición europea (más concretamente, Copa Intertoto en 2004; le tocó vivir unos años en el club en los que no nos paseábamos mucho por Europa). Marcó 6 goles oficiales, 4 en Liga, 1 en Copa y 1 en Intertoto.
  Alcanzó las mieles de la internacionalidad en tres ocasiones. Todas ellas con Sáez de seleccionador y mientras era atlético, en su primera temporada en Primera.
  11.- LEQUI. Matías Emanuel Lequi nació en Rosario (Argentina) el día trece de mayo de mil novecientos ochenta y uno. Un caso muy similar al de Andrei. Una única temporada en el club (03-04), excelente rendimiento con Manzano de entrenador que demandaba continuidad e inexplicable salida. En este caso, el jugador llegó a préstamo con opción de compra y parece ser que el preparador del ejercicio siguiente, Ferrando, aconsejó no ejercer la opción ya que prefería a otro central, Pablo, por él conocido del Albacete. ¡Cómo si fueran incompatibles!.
  Lequi, continuando con las similitudes con Andrei, era defensa central zurdo, alto, rápido, expeditivo y contundente. Sobresaliente juego aéreo, con valentía mayúscula. Poderoso disparo. En ocasiones, jugaba de lateral izquierdo, donde el equipo se aprovechaba de sus altísimas prestaciones defensivas, pero adolecía obviamente de penetración ofensiva.
  En su única campaña rojiblanca disputó 40 partidos oficiales, 34 de Liga y 6 de Copa del Rey. Ya digo que en esa etapa Europa nos pillaba un poco lejos. En todos ellos titular. Marcó dos goles ligueros.
  Su trayectoria continuó en Italia con la Lazio y, de vuelta a España, con el Celta, paréntesis griego en el Iraklis, luego Las Palmas y retorno a Argentina. Internacional con este país.
  Y 12.- PABLO. Pablo Ibáñez Tébar nació en Madrigueras (Albacete) el día tres de agosto de mil novecientos ochenta y uno. Procedente de la cantera albaceteña. Despuntó con el Albacete, tanto en Segunda División como en Primera, previo ascenso en el que él cooperó importantísimamente. Como ya se ha indicado con anterioridad, es fichado a instancias de Ferrando para la temporada 04-05. Permanece seis, hasta la 09-10.
  En su trayectoria rojiblanca creo que se pueden deslindar tres etapas claramente diferenciadas: plenitud, disparadero y ostracismo.
  Plenitud: las dos primeras campañas, 04-05 y 05-06. Con el colombiano Perea, llegado al mismo tiempo, conforma un centro de la zaga insuperable y colosal, a la par que sorprendente, envidia de toda España. Su rendimiento es altísimo. Un defensa central joven pero experimentado, velocísimo para su alto corpachón, que sale al cruce con rapidez y contundencia, que no se deja sobrepasar por nadie, que se lleva todos los balones por alto, tanto en defensa como en ataque y que saca el esférico con sencillez. Su talón de Aquiles es el manejo de balón ante presión adversaria. Su descomunal rendimiento le lleva a la selección, donde defiende “la roja” en veintitrés ocasiones, todas con Luis Aragonés, siendo titular, junto a Puyol, en el Mundial de Alemania 06.
  Disparadero. Precisamente durante ese torneo los cantos de sirena madridistas, unidos a algunos errores puntuales, pero trascendentes, hacen que mengüe su seguridad y que la afición le retire su confianza y cariño. Se mantiene durante tres temporadas más, hasta 08-09, con elevadas prestaciones, pero alejadas de las inconmensurables que había mostrado con anterioridad. Pierde la titularidad en la selección, de la que se cae definitivamente en vísperas de la Eurocopa 2008.
  Ostracismo. En su última campaña Quique Flores desde el banquillo le pone la cruz negra, le ningunea y le menosprecia, en público y en privado, siempre que puede. ¡Estaría practicando para hacer luego lo mismo con Forlán!.
  Esas tres claras etapas se reflejan nítidamente en sus números. Una vez más, estos no mienten. 198 partidos oficiales. 156 de Liga (36, 34, 24, 34, 21 y 7), con 9 goles (3, 2, 2, 1, 1 y 0), 21 de Copa del Rey, con un gol y otros 21 en Europa (en su caso, siempre trayectoria ascendente, de la Intertoto se pasó a la Copa de la U.E.F.A. y de ésta a la Champions League), sin gol alguno.
  Recaló en la Liga inglesa, para jugar en diversos equipos (West Bromwich Albion o Birmingham City) sin que haya podido recuperar su excelso nivel que, en mi opinión, le llevó a ser (quizá durante un demasiado breve lapso de tiempo) el mejor defensa de España.                               
   


JOSÉ MIGUEL AVELLO LÓPEZ

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