jueves, 4 de julio de 2013

DOCE PORTEROS MÁS

DOCE PORTEROS MÁS



  Con “harto dolor” por parte de la “legión de seguidores” de este blog, se aproxima su cierre. Con todos los artículos publicados y otros que aún restan, creo que se ha conseguido una panorámica general de la reciente historia del club, siempre desde el punto de vista de mis vivencias personales. Por ese motivo, se inicia con este capítulo otra pequeña saga en la que, línea por línea, voy a repasar y rememorar sucintamente en cuatro artículos de carácter colectivo a aquellos otros futbolistas que, siempre desde mi apreciación subjetiva y gustos personales, me han dejado grato recuerdo pero no han sido merecedores de una semblanza individual por diversos motivos. Unos porque su aportación al club no ha sido tan determinante como la de otros, otros porque están olvidados de la mayoría pero a mí me apetecía recordarlos (Belza o Pedro), otros para recordar participaciones no demasiado afortunadas (Rodax o Valencia) y otros, finalmente, porque, pese a ser en la actualidad personas “non gratas”, sí que tuvieron en su momento gran relevancia (Hugo Sánchez o Agüero). Comencemos, pues, en el día de hoy con los porteros. Siempre por orden cronológico.
  1.- PACHECO. José Pacheco Gómez nació en Santander el día catorce de enero de mil novecientos cuarenta y siete. Tras despuntar en el Rayo Cantabria (filial del Racing de Santander) de su ciudad natal, ficha por el Atlético de Madrid en la campaña 67-68. Desarrollaría la práctica totalidad de su trayectoria en este equipo, en el que permaneció doce temporadas, hasta la 78-79. Nunca llegó a alcanzar la titularidad indiscutible. Casi siempre estuvo a la sombra de otros cancerberos como Rodri, en sus años iniciales, Reina, durante sus mejores años, o Navarro, en sus años finales. De hecho sus cuatro primeros ejercicios, salvo un partido de Liga y otro de Copa en el primero, se los pasó absolutamente en blanco.
  Comenzó a jugar con cierta asiduidad en la 71-72. Defendió el escudo rojiblanco en un total de 68 encuentros oficiales. De ellos, 57 de Liga (aparte del ya mentado, desde la 71-72, desglosados en 17, 17, 4, 6, 2, 6 y 4; su última campaña en la plantilla tampoco disputó encuentro alguno), 6 de Copa, 4 de diferentes competiciones europeas y 1 de la Copa Intercontinental. Nunca fue internacional.
  Los dos principales hitos de su trayectoria que recuerdo son precisamente el partido de vuelta de la final de la Copa Intercontinental, celebrado en el Vicente Calderón el día 10 de abril de 1975, en el que, ante la sorpresa generalizada, suplió a Reina, que era el titular de la temporada y había jugado el partido de ida y el partido de Liga de la 24ª jornada de la 76-77, contra el Barcelona en el Nou Camp, veintisiete de febrero de mil novecientos setenta y siete, en el que tuvo una destacadísima actuación y fue pieza importante en la consecución ese año de nuestra novena Liga. El gol inicial de Clares fue empatado por otro en propia meta de Neeskens.
  2.- NAVARRO. José Navarro Aparicio nació en Granada el día veinte de enero de mil novecientos cincuenta y dos. Tras disputar unos pocos partidos con el Granada en Primera División, el Córdoba en Segunda y el Burgos tanto en Segunda como en Primera, sus portentosas exhibiciones en este equipo castellano en las temporadas 76-77 y 77-78 le valieron el fichaje por el Aleti. Recuerdo la portada del primer ejemplar de la legendaria “Revista oficial del Atlético de Madrid” por mí adquirido, correspondiente al mes de septiembre de 1978, en el que posaban las cinco novedades del ejercicio: en el centro, el entrenador Héctor Núñez, flanqueado a ambos lados por Arteche, Guzmán, “Palín” González y Navarro.


  Llegó para ser titular y consagrarse definitivamente como atlético. Desgraciadamente, las lesiones no se lo permitieron. Enlazó una tras otra, muchas de ellas de gravedad, y no gozó de la necesaria continuidad. Amén de que su físico se fue menguando con todo ello. Quedó abocado a la retirada prematura. En cualquier caso, le dio tiempo a mostrar a la parroquia rojiblanca sus cualidades de elasticidad, rapidez de reflejos y valentía.
  Permaneció en plantilla cuatro temporadas, hasta la 81-82. En todas ellas, pero particularmente en las dos últimas, tuvo problemas de lesiones. Defendió la camiseta en un total de 71 partidos oficiales, 51 de Liga (21, 17, 6 y 7), 19 de Copa del Rey (5, 9, 4 y 1) y 1 de la Copa de la U.E.F.A. en su último año (por cierto, recibió cuatro goles del Boavista). No fue internacional, pese a ser convocado en repetidas ocasiones, sobre todo en su último año en el Burgos.
  3.- AGUINAGA. José Ignacio Aguinaga Crespo nació en Beasain (Guipúzcoa) el día once de mayo de mil novecientos cuarenta y ocho. Tras ser apartado de la titularidad del Salamanca recién ascendido a Primera por el cancerbero argentino D´Alessandro (que en el futuro, como entrenador, defendería la causa rojiblanca) y encontrar nuevo acomodo defendiendo los colores blancos del Jaén en Segunda División, fue fichado de este equipo de urgencia a mediados de la campaña 78-79, ya con treinta años cumplidos, ante la plaga de lesiones que asoló en ese periodo a los porteros de la plantilla. Además de Navarro, se lesionaron Reina, Pacheco y hasta el cuarto portero, Corral. Desdeñando la perentoriedad del fichaje, que no auguraba muchos réditos, demostró por el contrario un rendimiento sorprendentemente excelente y defendió la portería atlética durante las mismas cuatro campañas que Navarro (hasta la 81-82), con el que compartió titularidad siempre que las lesiones del granadino lo permitían. Demostró oficio, sobriedad, veteranía y seguridad bajo palos. Sin estridencias, cumplió con creces su cometido.

  Participó en 71 partidos oficiales (curiosamente los mismos que su coetáneo Navarro), 65 de Liga (10, 11, 25 y 19), 4 de Copa y 2 de Copa de la U.E.F.A. (la vuelta frente al Boavista la jugó él). No fue internacional.
  4.- BELZA. Eduardo Belza Franco nació en Montevideo, capital de Uruguay, el día cinco de septiembre de mil novecientos cincuenta y seis. Supongo que para muchos será un perfecto desconocido y para otros una sorpresa tremenda su inclusión aquí, pero a mí me dejó impactado su aplomo, seguridad, tranquilidad y suficiencia ante los delanteros adversarios.
  Lo cierto es que sus enormes cualidades apenas pudieron ser disfrutadas con el primer equipo. Lo fueron con el segundo, el Atlético Madrileño. Fichado de no se sabe dónde, militaba como tercer cancerbero de la plantilla en la campaña 80-81. Tras quedar el equipo diezmado por el “Margüendazo”, fue requerida su intervención, en unión de jóvenes procedentes de la cantera como Julio Prieto, Mínguez, Pedro Pablo o Pedraza, para defender la camiseta atlética en las tres últimas jornadas de Liga (32ª, 33ª y 34ª), ante Valencia y Real Madrid a domicilio (con empate a uno y derrota por dos goles a cero) y Osasuna en casa (con empate a cero). Sumó un cuarto partido oficial, de Copa, el de ida de los octavos de final ante el Rayo Vallecano.

  Las siguientes tres temporadas las disputó con el filial. Nos dio a conocer a los asiduos de este equipo sus estupendas características que, a mi juicio, hubieran podido tener mayor continuidad con el primer equipo. Pero no fue así. En cualquier caso, dejó en quién esto escribe un profundo recuerdo.
  Tras jugar en Paraguay con el Cerro Porteño y en su país natal con el Nacional, retornó a España a dejar huella en diferentes equipos tanto de Primera como de Segunda División, como Rayo Vallecano, Mallorca, Tenerife y Las Palmas.             
  5.- PEREIRA. Carlos Santiago Pereira nació en Marín (Pontevedra) el día siete de septiembre de mil novecientos cincuenta y uno. Tío de otro cancerbero famoso, el madridista Agustín. Tras muchos años defendiendo con éxito la portería del Valencia y uno más la del Racing de Santander, fue fichaje atlético de relumbrón para la temporada 82-83. Con él se pretendía dejar zanjado el debate del arco durante muchos años. Pero, infortunadamente, como es relativamente habitual en un club en el que sus jugadores portan a sus espaldas la presión de defender a un grande del fútbol, no logró colmar las expectativas levantadas. Los errores de sus primeros partidos decepcionaron a la hinchada, minusvaloraron su apriorístico nivel y le estigmatizaron para el futuro. Perdió la titularidad en beneficio del canterano Mejías.

  Defendió la rojiblanca tres campañas, hasta la 84-85, traducidas en 58 partidos oficiales, de los cuales fueron 34 de Liga (11, 20 y 3), 8 de Copa del Rey (2, 2 y 4), 2 de Copa de la U.E.F.A. en la 84-85, los dos de presentación, despedida y cierre en primera eliminatoria ante el Sion suizo, y 14 de Copa de la Liga (0, 10 y 4). Todavía disputaría una temporada más en Primera, de retorno a su tierra natal, enrolado en las filas del Celta de Vigo. Nunca fue internacional.
  6.- MEJÍAS. Ángel Jesús Mejías Rodríguez nació en el toledano pueblo de Tembleque el día uno de marzo de mil novecientos cincuenta y nueve. Es fichado del Toledo; sobresale durante dos años (79-80 y 80-81) en el primer filial, Atlético Madrileño. En el segundo de ellos disputa un partido de Copa con el primer equipo, al que asciende a todos los efectos a la siguiente, 81-82. En esta campaña, se recuerda como legendaria e inconmensurable su actuación en el partido de ida de los cuartos de final de Copa frente al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu, el tres de febrero de mil novecientos ochenta y dos, en el que mantuvo su puerta imbatida.
  Para la temporada próxima, la inseguridad del presunto titular, Pereira, y sus actuaciones convincentes, plagadas de intervenciones ágiles, reflejos mayúsculos y rapidez de piernas, le aúpan a la titularidad, donde se asentó durante las cuatro siguientes. Fue titular en la final de Copa de 1985. Algún error puntual hizo que perdiera el número “1” a su vez a manos de otro toledano ilustre, Abel, se bien se mantuvo en plantilla, sin disputar muchos minutos, las siete campañas siguientes. Ante la lesión de Abel, tuvo que acudir desde el banquillo al rescate en la recta final de la Copa de 1991, en la que también jugó la final.

  En suma, trece temporadas, cuyos números son: 164 partidos oficiales, distribuidos en 109 de Liga (0, 9, 23, 14, 30, 18, 8, 0, 0, 0, 5, 2, y 0), 30 de Copa del Rey (1, 9, 3, 0, 7, 1, 3, 0, 1, 0, 5, 0, y 0), 7 de diferentes competiciones europeas (entre ellos el último oficial, único de esa temporada, 92-93, vuelta de primera ronda de Recopa ante el Maribor esloveno), 17 de Copa de la Liga y 1 de Supercopa de España (85-86, vuelta en Barcelona; la ida la disputó Fillol). No fue internacional.
  7.- FILLOL. Ubaldo Matildo “Pato” Fillol nació en la argentina localidad de San Miguel del Monte el día 21 de julio de 1950. Titular de la selección albiceleste comandada por Kempes campeona del Mundo en Argentina 78. Desarrolló toda su carrera en clubes argentinos, con una pequeña incursión en Brasil. Y una sola en Europa, en el Atlético de Madrid. Cuando se anunció su fichaje, a inicios de la temporada 85-86, ya con treinta y cinco años, la sorpresa fue generalizada. Nadie se lo esperaba. No obstante, fue bien recibido por la grada. Permaneció un solo ejercicio. Dejó muy buen recuerdo, de integridad y profesionalidad.

  En ese único año le dio tiempo a mostrar que sus características de agilidad y rapidez se habían menguado, pero por el contrario se habían incrementado su colocación y autoridad. Memorables sus intervenciones uno contra uno, en las que aguardaba al delantero adversario en pie hasta el final (en este sentido, mítica su parada frente al barcelonista Calderé en el Calderón, jornada 3ª de Liga). Esa faceta del juego fue aprendida y asumida en la sombra por un joven Abel, convirtiéndola asimismo con el paso del tiempo en una de sus principales cualidades.
  En su única campaña defendió la camiseta rojiblanca (en su caso, casi siempre verde) en apenas 26 partidos oficiales. Las lesiones repetidas (las malas lenguas decían que debido a su avanzada edad) dieron paso frecuente a Mejías. De ellos, 17 de Liga, 2 de Copa, 6 de Recopa (jugó la final de Lyon frente al Dinamo de Kiev) y 1 de Supercopa de España (frente al Barcelona en el Calderón).
  8.- ELDUAYEN. Agustín de Carlos Elduayen nació en San Sebastián el cuatro de agosto de mil novecientos sesenta y cuatro. Tras debutar en Primera División con la Real Sociedad con apenas diecinueve años, supliendo con enorme acierto las ausencias de un mito donostiarra como Arconada, fichó por el Aleti en la temporada 86-87. Sus magníficas cualidades y su juventud parecían desembocar en portero titular para diez o más años. Pero no se colmaron del todo las grandes expectativas creadas. Tras una primera temporada muy aceptable, no fue del agrado de Menotti, en el primer año de Jesús Gil en la Presidencia, que prefirió a Abel. La falta de continuidad motivó que tuviera que peregrinar por otros equipos de Primera como Burgos, Deportivo de la Coruña y Valladolid. En el primero desplegó todo su acierto, llegando a ser convocado, sin jugar, con la selección española. Dejó muy buen recuerdo en la afición, así como la sensación de no haber aprovechado del todo su inmenso potencial. Su elevada estatura hacía que destacara especialmente en el juego aéreo. Pero no estaba exento de agilidad y elasticidad.

  Permaneció en plantilla cuatro campañas, hasta la 89-90. En ellas disputó 44 partidos oficiales; 39 de Liga (28, 6, 1, 4), 1 de Copa y 4 de Copa de la U.E.F.A. Estos cinco últimos encuentros, en su primera temporada, sin duda alguna la mejor.
  9.- BURGOS. Germán Adrián “El Mono” Burgos nació en Mar del Plata (Argentina) el día dieciséis de abril de mil novecientos sesenta y nueve. Tras jugar la Liga argentina con Ferrocarril Oeste y, sobre todo, con River Plate, donde se consagró internacionalmente, arribó a España a las filas del Mallorca, donde permaneció dos campañas. De ahí, al Atlético de Madrid, cuando penaba en campos de Segunda, temporada 01-02. Su enorme calidad humana, superlativa categoría profesional y la humildad mostrada en campos de la categoría de plata calaron hondo en la afición atlética. Tanto que al año siguiente, el reestreno en Primera vino precedido de una campaña publicitaria por él protagonizada en la que, saliendo desde una alcantarilla, anunciaba que habíamos vuelto.
  Tres temporadas, hasta la 03-04. La de Segunda, decisiva. En las dos siguientes en Primera participó mucho menos, a lo que contribuyó su enfermedad de cáncer de riñón, felizmente superada. Con su larga melena de rockero, su sempiterna gorrita calada hasta las cejas, en una época en la que ya no se estilaba para los guardametas, y sus característicos pantalones largos jugó 66 encuentros oficiales. 62 de Liga (35, 13 y 14) y 4 de Copa del Rey. Ninguno de competición europea. No estábamos en esos años para lujos.

  La trayectoria atlética de Burgos tiene dos hitos destacados y recordados. El primero, su memorable parada de penalti a Figo con…¡la cara!, que quedó ensangrentada y amoratada para el resto del partido. Jornada 18ª de la Liga 02-03, el 19 de enero de 2003 en el Bernabéu. El partido concluyó con empate a dos goles. El inicial gol de Javi Moreno de penalti fue remontado por dos de Figo y ya en el descuento Albertini igualó con una estupenda falta. Y el segundo, su para mí mejor encuentro con casaca atlética. Compendio de sus virtudes y defectos. Estuvo inconmensurable. Su agilidad, reflejos, rapidez, personalidad y valentía rayaron al máximo. Paró todo lo parable. Salvo un balón. Ni siquiera fue un disparo rival. Se igualó a uno, empatando el primer gol de Javi Moreno, con un autogol suyo en acción cuasi-cómica. Fue en la jornada 21ª de la misma Liga, 9 de febrero, contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán.
  Internacional argentino con 38 entorchados. Participó con su selección en los Mundiales de Francia 98 y Corea del Sur/Japón 02. En la actualidad, como es de dominio público, contribuye a los recientes éxitos atléticos desde su posición de segundo entrenador, colaborador de Simeone.
  10.- LEO FRANCO. Leonardo Neorén Franco nació en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires, Argentina, el día veinte de mayo de mil novecientos setenta y siete. Otro guardameta argentino, que tomó el relevo de su compatriota Burgos, pero con cualidades y personalidad diametralmente opuestas. Toda la exhuberancia y extravagancia del “Mono” eran sobriedad, tranquilidad y seriedad en Leo. Sobresalientes reflejos y juego aéreo. Consumado especialista en la detención de penaltis. Defendió la puerta rojiblanca en unos años difíciles para el equipo, que pugnaba por salir de la mediocridad anclado en unas pocas figuras relevantes. Entre ellas, Leo Franco.

  Llegó muy joven a España, primero al Mérida y luego al Mallorca. Fichó por el Aleti en la temporada 04-05, permaneciendo cinco, hasta la 08-09. Un total de 181 partidos oficiales, repartidos en 153 de Liga (37, 34, 32, 18 y 32), 12 de Copa del Rey y 16 de diferentes competiciones europeas (Champions League, Copa de la U.E.F.A e Intertoto).
  Internacional argentino en 15 ocasiones. Participó con la albiceleste en el Mundial de Alemania 06. Abandonó el Aleti para probar suerte durante un año en la Liga turca con el Galatasaray (con el que regresó al Calderón en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Europa League posteriormente ganada en la final de Hamburgo, siendo fantásticamente recibido por su antigua afición) y luego retornar a la Liga española, a las filas del Zaragoza.
  11.- ABBIATI. Christian Abbiati nació en la italiana localidad de Abbiategrasso el día ocho de julio de mil novecientos setenta y siete. Para muchos será sorprendente que le traiga a estas líneas por encima de otros cancerberos que su opinión podrían haber contraído más méritos, pero es que, en la mía, resulta casi inaudito que un portero de la grandísima categoría del italiano pudiera llegar a jugar con nuestro equipo.
  De la cantera milanista, desarrolló en ese equipo la práctica totalidad de su trayectoria. Muchos años, a la sombra del brasileño Dida. Cedido a la Juventus a petición del equipo turinés para suplir una grave lesión de Buffon; al año siguiente, al Torino; y al siguiente (07-08), sorprendentemente, al Aleti. Sorprendentemente, entre otras poderosas razones, porque venía cedido para una sola temporada y porque ese ejercicio no era especialmente necesario, al contar con un gran valor bajo palos como Leo Franco. Su tremenda calidad aconsejó no obstante repartir minutos y el entrenador mexicano Aguirre le concedió la titularidad en 29 partidos oficiales (20 de Liga y 9 de Copa de la U.E.F.A., en donde fue el titular en todas las eliminatorias, salvo un partido). Jugó por consiguiente más encuentros ligueros que Leo, que (remisión a pocas líneas anteriores) ese año lo hizo en 18 ocasiones.
  Su seriedad y profesionalidad fueron estupendamente recibidas por el público atlético. Recuerdo como le jaleaban especialmente en el encuentro disputado en Santander, en el Sardinero, al que tuve la fortuna de acudir (remisión al artículo anterior de este blog titulado “En ruta: otros equipos”), jornada 23ª, 10 de febrero de 2008, con victoria final por dos goles a cero, ambos de Forlán.

  Tras el año de cesión, y tras agradecerle los servicios prestados, retornó a su equipo, el Milán, en donde en la actualidad es titular. Internacional italiano, participó con la selección “azzurra” en el Mundial de Corea y Japón 02.
  Y 12. COUPET. Grégory Coupet nació en Le Puy-en-Velay (Francia), el día treinta y uno de diciembre de mil novecientos setenta y dos. Su aportación a la causa rojiblanca no puede tildarse de trascendente, pero, al igual que Abbiati y Fillol, su gran peso en el mundo del fútbol internacional merece que se recuerde que hubo una vez que jugó para el Aleti.
  Como el “Pato” Fillol, fue otro sorprendente fichaje, para la 08-09, debido a su ya avanzada edad. Se dijo entonces que una de las motivaciones de la contratación era la de adoctrinar a jóvenes cachorros rojiblancos como Joel o De Gea. Tras una vida dedicada al Olimpique de Lyon y a la selección francesa, recalaba en el Manzanares.
  Su contribución se traduce en apenas once encuentros oficiales, 6 de Liga, 2 de Champions League (contra PSV y Olimpique de Marsella)  y 3 de Copa del Rey (vuelta de dieciseisavos de final contra el Orihuela y los dos de la eliminatoria de octavos de final contra el Barcelona). Comenzó de titular en Liga en las jornadas 1ª, 2ª, 3ª, 5ª y 6ª, contra, respectivamente, Málaga, Valladolid, Recreativo de Huelva, Sevilla y Barcelona. Pero los seis goles del Nou Camp ante un emergente e imparable equipo blaugrana le relegaron a la suplencia definitiva, de la que solo salió ocasionalmente, a causa del nacimiento de un hijo del titular Leo Franco, para prestar su último servicio liguero en la jornada 10ª, el 9 de noviembre de 2008, empate a cero ante Osasuna en el Reyno de Navarra, deteniendo en espectacular intervención un penalti a Portillo. Yo estuve allí y pude verlo.


  Regresó a Francia para jugar dos años más en la filas del Paris Saint Germain, antes de su definitiva retirada.                              
              
   

JOSÉ MIGUEL AVELLO LÓPEZ

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