miércoles, 14 de agosto de 2013

DOCE CENTROCAMPISTAS MÁS

DOCE CENTROCAMPISTAS MÁS
   Prosiguiendo con el recientemente iniciado serial (en terminología radiofónica) o saga (en terminología comiquera), analizamos a continuación doce centrocampistas más. A saber:
  1.- MARCIAL. Marcial Manuel Pina Morales nació en la asturiana localidad de Barzana de Quirós el día veintitrés de agosto de mil novecientos cuarenta y seis. Pese a ser asturiano, es producto de la cantera del Elche, donde debutó y jugó en Primera División durante dos campañas. De ahí, al Español, tres más. Y al Barcelona, donde desarrolló su época de esplendor, ocho más. Tras cierto asunto de faldas e indisciplina, en unión de otros héroes del barcelonismo como Neeskens y Rexach, fue cabeza de turco, siendo el único de los tres que fue represaliado y “obligado” a abandonar el club. Fue entonces cuando fue fichado por el Aleti, temporada 77-78. Durante tres, hasta la 79-80.
  Llegó ya veterano, con treinta y un años. Sus mejores días ya habían pasado. Pero los seguidores atléticos aún pudimos disfrutar de su cabeza clarividente, sus pases milimétricos, su excelso toque de balón y su capacidad organizativa. Era “rara avis”. Un jugador con predominio abrumador de su insuperable técnica, en unos años en los que predominaba la fuerza y los jugadores de clase estaban bajo permanente sospecha.
  Se puso la camiseta rojiblanca en 77 partidos oficiales, de los cuales 63 fueron de Liga (25, 29 y 9), 9 de Copa del Rey y 5 de Copa de Europa (en su primer año, dado que arribaba a un equipo que acababa de ser campeón de Liga). Su último ejercicio jugó poco debido a una lesión que terminó de acelerar su retirada. Anotó 18 goles, 13 de Liga (8, 4 y 1), 2 en Copa y 3 en Europa. En materia de goles, los más viejos del lugar siempre recuerdan (¡oh, cielos!, yo también recuerdo haberlo vivido por la radio en tarde de carrousel, en una época en la que apenas se televisaban encuentros; ¡me he convertido ya en uno de los más viejos del lugar!) su regreso al Nou Camp. Segunda campaña rojiblanca. La primera no pudo jugar allí por lesión. Jornada 12ª de la Liga 78-79, el tres de diciembre de mil novecientos setenta y ocho. Se venció gloriosamente por dos goles (Krankl de penalti y Sánchez) a cuatro (Ayala, Rubén Cano de penalti y dos de Marcial), Fue el único encuentro de rojiblanco en el que anotó más de un gol. Recibido con silbidos, respondió con dos tantos en sendos sublimes lanzamientos de falta. Y lo que ha pasado a la leyenda es que …¡una la lanzó con la pierna izquierda y la otra con la derecha!.
  Internacional en quince ocasiones, ninguna de ellas en periodo rojiblanco.
  2.- MÍNGUEZ. Ricardo Ortega Mínguez nació en Madrid el día veinticuatro de diciembre de mil novecientos cincuenta y siete. Uno de los míticos jugadores del Atlético Madrileño que hicieron las delicias de los que acudíamos a disfrutar de ellos los domingos por la mañana al Vicente Calderón. En el filial era el amo. Mandaba, templaba, dirigía, corría, luchaba. Predominaba en él la clase y la técnica, pero no desdeñaba la lucha y el trabajo.
  Debutó apresuradamente en las últimas fechas de la campaña 80-81. Fue uno de los jugadores del filial (además de Julio Prieto, Pedraza y Pedro Pablo) que tuvo que acudir al “rescate” después de que el “Margüendazo” dejase diezmada de efectivos a la primera plantilla. Se mantuvo, además de esa, seis temporadas más, hasta la 86-87. Nunca llegó a ser titular indiscutible. Al contrario, solía participar desde el banquillo. Era siempre el primer recambio para el centro del campo. Pero cada vez que salía dejaba muestras evidentes de su sabiduría y habilidad con el balón en los pies.
  Defendió la zamarra atlética en 131 partidos oficiales, repartidos en 89 de Liga (4, 23, 5, 24, 11, 15 y 7), 26 de Copa del Rey (en comparación, parecen muchos; dada su condición de reserva, solía disputar la mayor parte de los encuentros de primeras rondas), 13 de Copa de la Liga y 3 de Recopa (el año en el que se llegó a la final frente al Dinamo de Kiev). No fue excesivamente goleador. Anotó un total de 8 goles, 3 en Liga, 4 en Copa y 1 en Copa de la Liga.
  Cuando dejó el Aleti, se fue a sentar cátedra durante dos campañas en Segunda División con el Tenerife. No fue internacional.       
  3.- PARRA. Antonio Joaquín Parra Fernández nació en Sevilla el día diecisiete de junio de mil novecientos setenta y uno. Criado en la cantera bética, cuyo primer equipo defendió en Primera durante siete campañas, fue uno de los llamativos y numerosos fichajes del primer año de Jesús Gil en la Presidencia. En concreto, éste se contrató a instancias y por capricho personal del entrenador Menotti, que en su paso años antes por el Barcelona había quedado prendado del centrocampista sevillano al tenerlo de rival. También había desarrollado maravillosos encuentros como visitante en el Calderón.
  Preferentemente ocupaba el flanco derecho del centro del campo. Desde allí su potente zancada le permitía profundizar por la banda derecha para o bien disparar con peligro (era poseedor de un duro y colocado disparo) o bien, en la mayor parte de las ocasiones, suministrar peligrosos balones a los delanteros.
  En las dos temporadas (87-88 y 88-89) que militó bajo bandera atlética disputó un total de 56 partidos oficiales, repartidos en 47 de Liga (33 y 14), 7 de Copa del Rey (5 y 2) y 2 de Copa de la U.E.F.A. (0 y 2). Tras ser cesado Menotti, su principal valedor, los diversos entrenadores subsiguientes no contaron en demasía con él. Marcó 6 goles, 5 en Liga y 1 en Copa, todos ellos en su primer año.
  Tras dejar el Aleti, fue curiosamente fichado por el Real Madrid, donde permaneció dos años más. Luego incluso llegó a jugar la Liga húngara, con el Honved de Budapest, y la Segunda División española, con el Écija. De los que tengo conocimiento es el traspaso de un rojiblanco a la “Casa Blanca” que menos revuelo ha formado. Para ello contribuyó su no demasiado relevante papel en la plantilla atlética, el que fuera fichado estando ya desvinculado del Aleti y, finalmente, su menor trascendente aún participación de madridista. No fue internacional.
  4.- EUSEBIO. Eusebio Sacristán Mena nació en La Seca (Valladolid) el día trece de abril de mil novecientos sesenta y cuatro. Otro de los fichajes deslumbrantes del primer año de Jesús Gil. Ya había dado muestras indudables de su clase magistral, su exquisita técnica y su capacidad para mover el cuero a su antojo con el Valladolid, de cuya cantera procedía. De hecho, lo habíamos “padecido” como rival en el Calderón en más de una ocasión, goleadas en contra incluidas.
  Tan solo permaneció una temporada (87-88). El encaprichamiento de Menotti con Parra motivó que le costara alcanzar la titularidad, dado que igualmente deambulaba por la parte derecha del centro del campo. A la siguiente, el Barcelona de Cruyff, que había quedado deslumbrado por el maravilloso juego del vallisoletano, llegó con el talonario por delante y se lo llevó. Allí desarrolló una esplendorosa trayectoria posterior, repleta de títulos y de imborrables partidos. Fue uno de los artífices del inolvidable “Dream Team”. A los atléticos nos dejó con las ganas de haber podido disfrutar más de las excelencias de un estupendo centrocampista, favorito de muchos, yo incluido.
  Participó de rojiblanco en esa única campaña en 32 partidos oficiales. No se puede decir que sean demasiados pero, parafraseando a la publicidad, un poco de Eusebio es mucho. De ellos fueron 27 de Liga (con 3 goles) y 5 de Copa del Rey (con 1 gol).
  Fue internacional en quince ocasiones. La primera mientras defendía la camiseta blanquivioleta del Valladolid, la segunda la rojiblanca y todas las demás la barcelonista.
  5.- LÓPEZ UFARTE. Roberto López Ufarte nació en Fez (Marruecos) el día diecinueve de abril de mil novecientos cincuenta y ocho. De padres españoles, con los que se trasladó de niño a Irún, lo que propició su ingreso en la cantera de la Real Sociedad, con la que debutó jovencísimo, con apenas diecisiete años. Por eso época se le conocía como “el pequeño diablo”. Leyenda del equipo donostiarra en su etapa de mayor esplendor, fue otro de los fichajes de relumbrón de un Gil recién llegado.
  Antes de continuar, dos precisiones. Primera. Su aportación al historial rojiblanco no ha sido demasiado relevante. Pero al igual que hicimos con Goikoetxea al analizar a doce defensas más o incluso unas líneas atrás con Eusebio, se incluye aquí por su importantísimo papel en el fútbol español. Hubo un día que todos ellos jugaron para el Aleti. Segunda. La posición con la que tradicionalmente se le identifica es la de extremo izquierdo. Era veloz, habilidoso y desbordaba con facilidad en el uno contra uno. Su prodigiosa pierna izquierda servía balones inmejorables. En la ortodoxia del sistema táctico 4-3-3 sería considerado delantero. Pero en los años en los que llegó al Aleti ese sistema había quedado ya obsoleto. Los extremos en general se habían sumado al centro del campo. Y López Ufarte en particular, ya veterano, aún más. Seguía siendo un jugador ofensivo, pero participando desde posiciones más retrasadas.
  En su única campaña rojiblanca (87-88) comenzó como un tiro. Titular indiscutible, desplegó muchos buenos encuentros, creando peligro y anotando goles. Tiraba además los penaltis. Dos goles en el Bernabéu el recordado día del cero a cuatro. Participó de manera consecutiva en los diecinueve primeros encuentros ligueros. Pero un muy acusado e inexplicable bajón en invierno disminuyó mucho su nivel de juego, lo que motivó la pérdida de titularidad para el resto del año, sus entradas esporádicas desde el banquillo y su traspaso al siguiente al Betis, con el que jugó un año más antes de su retirada.
  33 partidos oficiales, 27 de Liga y 6 de Copa del Rey, en los que anotó 9 goles (8 y 1). Fue internacional en quince ocasiones, todas ellas en filas realistas. De hecho, no regresó a la selección después de 1982. Fue uno de los represaliados por el triste papel en el Mundial de España 82.

  6.- OREJUELA. Antonio José Orejuela Rivero nació en Madrid el día dos de diciembre de mil novecientos sesenta. Hijo de emigrantes españoles a Alemania, comenzó a jugar allí. Su dominio del alemán provocó que, siendo un recién llegado a la plantilla atlética, Clemente le impusiera en partido de competición europea frente a la Fiorentina el brazalete de capitán para poder así “comer la oreja” más fácilmente al árbitro de ese día, de nacionalidad germana.

  Repatriado para el fútbol español por el Salamanca, jugó allí una temporada. Cuatro más en el Mallorca antes de que en el segundo año de Gil fuera fichado, en unión de Luis García.
  Cinco temporadas bajo nómina rojiblanca. Desde la 88-89 hasta la 92-93. Varias lesiones graves le machacaron y en las tres últimas apenas pudo participar. Tan solo en las dos primeras pudo mostrar con continuidad (y convencer) a la exigente parroquia rojiblanca su juego. De hecho, la gratísima impresión ofrecida en esas dos campañas le permitieron sobrevivir las siguientes en la plantilla, en espera de que pudiera volver a ofrecer sus superlativas prestaciones. Enorme despliegue físico, gran recorrido, dotado de enorme talento para participar en la elaboración de jugadas y, sobre todo, para incorporarse al remate con peligro. Para el recuerdo (más bien desagradable) su desafortunado incidente con Buyo, ya pormenorizado en anteriores entradas de este blog.
  En esos cinco años disputó 91 partidos oficiales. Repartidos en 73 de Liga (32, 29, 2, 2 y 8), 13 de Copa del Rey (5, 1, 5, 1 y 1), 4 en Europa (3 de la U.E.F.A. y 1 de Recopa) y 1 de Supercopa de España. En su tercera temporada le dio tiempo a reincorporarse justamente al final, participando en todas las rondas finales de la Copa del Rey. Final frente al Mallorca incluida. Fue sustituido por Alfredo, autor del mítico gol que permitió ganar la Copa. Orejuela tan solo marcó goles en Liga. Ocho en total, repartidos equitativamente en sus dos primeras temporadas.
  No fue internacional. Del Aleti pasó al Rayo Vallecano y luego de nuevo al Mallorca.
  7.- VIZCAÍNO. Juan Vizcaíno Morcillo nació en La Pobla de Mafumet (Tarragona) el día seis de agosto de mil novecientos sesenta y seis. Tras darse a conocer al fútbol español en las filas del Zaragoza, con el que disputó en Primera tres excelentes campañas, fichó por el Aleti en la 90-91, para permanecer ocho, hasta la 97-98.
  Contratado como centrocampista ofensivo, con duro disparo, numerosas llegadas al área y autor de un buen número de goles, fue retrasando paulatinamente su posición. Primero, para hacer de “escudero” o “guardaespaldas”, como le calificaban los tabloides de la época, de Schuster. Más tarde, para ocupar la posición más retrasada en el rombo del centro del campo de la inolvidable temporada del “doblete” (95-96). Sus prestaciones ofensivas, en consecuencia, disminuyeron, pero nunca fueron eliminadas del todo.
  Defendió el escudo rojiblanco en un total de 316 partidos oficiales, distribuidos en 254 de Liga (34, 36, 27, 27, 29, 40, 28 y 33), 33 de Copa del Rey (7, 7, 1, 1, 6, 8, 1 y 2, que conquistó en tres ocasiones), 24 de las tres diferentes competiciones europeas de la época (4 de Champions League, 13 de Recopa y 7 de Copa de la U.E.F.A.) y 5 de Supercopa de España (en tres diferentes ejercicios, curiosamente, todos frente al Barcelona). En todos ellos marcó 23 goles, 1 de Copa, en su segundo año y 22 de Liga (3, 9, 1, 1, 2, 3, 2 y 1).
  Prosiguió carrera en Primera con dos años más en el Valladolid y en Segunda con otro más en el Elche y un último en el Gimnastic de Tarragona. Fue internacional en quince ocasiones, todas entre 1991 y 1992. Por consiguiente, todas mientras era rojiblanco.
  En la actualidad, continúa colaborando a la causa atlética como ayudante de Simeone en su organigrama técnico.                                                   
  8.- BEJBL. Radek Bejbl nació en Nymburk (antigua Checoslovaquia; hoy República Checa) el día veintinueve de agosto de mil novecientos setenta y dos. Radomir Antic parecía no estar plenamente convencido del rendimiento de Vizcaíno ya que para la temporada siguiente del “doblete”, 96-97, insistió en contratar a un rubio y melenudo centrocampista checo del Slavia de Praga, que había destacado con su selección en la Eurocopa de Inglaterra 96, para ocupar la posición de pivote defensivo.
  Durante las cuatro campañas que permaneció en órbita rojiblanca, hasta la 99-00, ofreció inequívocas muestras de su despliegue físico, su enorme recorrido y su maestría a la hora de recuperar balones adversarios. La pena es que luego, una vez recuperados, no era capaz de distribuirlos con limpieza y destreza, recurriendo al pase corto a sus compañeros de línea. En cualquier caso, su honradez y profesionalidad dejó honda raigambre rojiblanca.
  Participó en 147 partidos oficiales. De Liga fueron 105 (33, 27, 14 y 31; el bajón de su tercer año es debido a que fue otro de los que Sacchi ignoró olímpicamente). De Copa del Rey, 12 (4, 2, 3 y 3). En Europa, 28 (8 en su primer año en Champions League y 20 en la Copa de la U.E.F.A. en los tres siguientes) y 2 de Supercopa de España.
  Luego se desplazó a Francia, al Lens, durante dos temporadas más, y vuelta a casa, al club de su vida, al Slavia de Praga. Como se deduce fácilmente de la lectura de las anteriores líneas, fue internacional checo.
9.- JUNINHO. Osvaldo Giroldo Junior, Juninho para el mundo del fútbol (y más tarde, con el “apellido” de Paulista, para diferenciarlo de otro ilustre Juninho, Pernambucano, célebre en la filas del Olimpique de Lyon) nació en Sao Paulo (Brasil) el día veintidós de marzo de mil novecientos setenta y tres. Tras sobresalir en Brasil con el Ituano y el Sao Paulo, dio el salto a Europa para enrolarse en el Middlesbrough inglés. De allí es fichado por el Aleti para la temporada 97-98, en unión del delantero italiano Vieri, para dar un salto de calidad en la plantilla. Como ya comenté en la entrada dedicada al italiano, en su momento me pareció increíble y me llenó de euforia que llegaran al Manzanares dos jugadores de tantísima calidad.
  La afición atlética asiste complacida a constantes exhibiciones del brasileño. Su pequeño cuerpo encerraba unas dosis ingentes de creatividad y fantasía. Era veloz en el uno contra uno y sensacional pasador. Si bien, por poner un pero, conducía el esférico en exceso. Hasta el uno de febrero de mil novecientos noventa y ocho, jornada 23ª de esa Liga, contra el Celta en Balaídos. Una brutal entrada por detrás del entonces céltico y luego madridista Michel Salgado le rompe el peroné. Con mucho esfuerzo y sacrificio, consigue recuperarse y vuelve a jugar los últimos partidos de Liga. Pero ya es tarde para acudir al Mundial de Francia 98, su gran objetivo.
  Tiempo después confesaría que tardó dos años en recuperar su verdadero nivel. Por consiguiente, su segunda y última campaña rojiblanca, 98-99, con ser buena, no pudo serlo tanto como la primera, hasta la lesión. Además, no contaba con la confianza plena del entrenador. Fue otro de los damnificados de Sacchi, que llegó a afirmar la incompatibilidad entre Juninho y Valerón.
  En sus dos ejercicios, un total de 78 partidos oficiales. De ellos, 55 de Liga (23 y 32), con 13 goles (5 y 8). Además, 8 de Copa del Rey (2 y 6) con 2 goles (1 y 1) y 15 de Copa de la U.E.F.A. (6 y 9) con 6 goles (2 y 4).
  Tras abandonar el Aleti inició un largo periplo, regresando de nuevo al Middlesbrough, Vasco de Gama, vuelta al mismo equipo inglés, Celtic de Glasgow, Palmeiras, Flamengo, Sidney y, por fin, Ituano, donde había comenzado. Internacional brasileño, se consoló de su no presencia en el Mundial de Francia 98, asistiendo al de Corea y Japón 02, de donde salió campeón.
  10.- VALERÓN. Juan Carlos Valerón Santana nació en Arguineguín (Gran Canaria) el día diecisiete de junio de mil novecientos sesenta y cinco. Tras pasar por Segunda División con Las Palmas y por Primera con el Mallorca, ficha por el Aleti en la temporada 98-99. Permanecería dos. El descenso a Segunda motivó su traslado al Deportivo de la Coruña, donde pudo llegar a desplegar todo su potencial.
  Es otro más de esos jugadores que, sin haber sido determinantes en la historia rojiblanca, hay que recordar forzosamente que disfrutamos aquí con ellos. En dosis inferiores a las que todos hubiéramos deseado, pero corrieron sobre las verdes praderas del Calderón. Una creatividad ingente. Una elegancia innata. Pausado pero letal. De esos jugadores “diferentes”, de los que siempre esperas lo inesperado. En ese sentido lo comparo con nuestro astro de leyenda Kiko o, salvando las distancias, en la actualidad con Adrián, tal y como reseñé en otro anterior artículo, el dedicado a los futbolistas asturianos.
  En sus dos campañas colchoneras, 98-99 y 99-00, le dio tiempo a ponerse la camiseta rojiblanca en 86 partidos oficiales, repartidos en 65 de Liga (30 y 35), 11 de Copa del Rey (5 y 6) y 10 de Copa de la U.E.F.A. (5 y 5). Nunca fue excesivamente goleador. Tan solo anotó goles en el torneo de Liga, 7 en concreto (3 y 4). Internacional en cuarenta y seis ocasiones, las catorce primeras en sus dos años de rojiblanco.

  11.- BARAJA. Rubén Baraja Vegas nació en Castronuño (Valladolid) el día once de julio de mil novecientos setenta y cinco. Producto de la fértil cantera vallisoletana, llegó a jugar con el Valladolid tres temporadas en Primera, antes de que fuera fichado por el Aleti para el equipo filial, ya por entonces denominado Atlético de Madrid B, en la campaña 96-97. Con este equipo jugó tres ejercicios en Segunda División, el primero en El Soto de Móstoles (remisión al artículo correspondiente) y los otros dos en el Cerro del Espino de Majadahonda.
  En la última de estas temporadas, 98-99 (en la que por cierto, el filial alcanzaría su mejor clasificación histórica, terminando en segunda posición) Baraja es promocionado en invierno a la primera plantilla. Allí demuestra a toda la afición colchonera las innegables cualidades que ya nos había enseñado a los asiduos del segundo equipo. Su portentosa colocación, su mando, su carácter, su desplazamiento largo, su poderoso disparo y su estupendo juego aéreo. Todo ello, además, coronado con un derroche impagable de facultades. A la siguiente, 99-00, ya se había hecho titular en forma indiscutible. Pero, al igual que Valerón, el descenso del equipo origina su salida, en esta ocasión al Valencia, donde desplegó durante muchos años la totalidad de sus características y se convirtió en leyenda valencianista.
  Con el primer equipo atlético disputó en sus dos temporadas (o temporada y media) 51 partidos oficiales, desglosados en 34 de Liga (8 y 26), con 4 goles (1 y 3), 9 de Copa del Rey (4 y 5), con 2 goles (0 y 2) y 8 de Copa de la U.E.F.A. (2 y 6), con 2 goles (0 y 2).                          
  Internacional en cuarenta y tres ocasiones, todas mientras era valencianista.
  Y 12.- IBAGAZA. Ariel Miguel Santiago “El Caño” Ibagaza nació en la capital argentina, Buenos Aires, el día veintisiete de octubre de mil novecientos setenta y seis. De pequeña estatura, pero rápido, imaginativo, con gran clase y letal último pase. Destacó en su país en un poderoso Lanús, con Héctor Cúper en el banquillo. Saltó pronto a Europa, al Mallorca, donde estuvo cinco temporadas. Sus estupendas actuaciones llamaron la atención del Aleti que, después de varios intentos, consiguió contratarlo en la temporada 03-04, manteniéndose tres, hasta la 05-06. Se fichó para darle al equipo algo de calidad, en unos años oscuros, tras el ascenso, en los que no había demasiada. Era uno de los pocos “elegidos” capaz de ofrecer a la grada algún destello de calidad y clase.
  En cualquier caso, como muchos otros antes y después de él, no logró colmar las grandes expectativas levantadas en la entendida afición colchonera. Sin ser su rendimiento nada desdeñable, nunca llegó a ser elemento diferencial.
  Su historial rojiblanco se concreta en 106 encuentros oficiales, distribuidos en 84 de Liga (30, 30 y 24), 16 de Copa del Rey (6, 6 y 4) y 6 de Copa Intertoto (segunda campaña) En aquellos años ésta era la vía para entrar en Europa por la puerta de atrás. Y en ocasiones, como ésta, ni siquiera se llegaba a conseguir. Tampoco puede decirse que fuera demasiado goleador. Marcó seis goles, cuatro en liga y dos en Intertoto
  Internacional argentino. Tras dejar el Aleti, siguió jugando para Mallorca de nuevo, Villarreal y Olympiakos.   
JOSÉ MIGUEL AVELLO LÓPEZ


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