jueves, 25 de abril de 2013

EN RUTA: OTROS EQUIPOS

EN RUTA: OTROS EQUIPOS
Temporada 07-08 en La Romareda

  Como continuación, por otra parte allí mismo ya anunciada, del reciente artículo dedicado a todos aquellos partidos a los que asistí como espectador a domicilio, fuera del estadio Vicente Calderón, vamos a repasar en el presente, una vez relacionados en el anterior los del Santiago Bernabéu, todos aquellos otros relativos a los demás equipos. De nuevo, por orden cronológico y con una somera referencia.
 1.- 15 de octubre de 1989. Jornada 7ª de la Liga 89-90. Valladolid -2- (Abadía en propia puerta y Moya); At. Madrid -0-. Me apunté con un viaje organizado para aficionados atléticos, en el que nos llevaban y traían en autocar el mismo día. Dado que el encuentro era a primera hora de la tarde, nos dejaron en los alrededores del Nuevo Zorrilla, situado muy a las afueras de la ciudad y por ahí estuvimos dando vueltas, hasta el momento de ingresar al recinto. Con Javier Clemente en el banquillo, en su única e inconclusa temporada, el partido fue uno de los más paradigmáticos bajo sus órdenes. Pobló con mucha fuerza y músculo el centro del campo y apenas se llegó al área rival. La mejor ocasión fue un lejanísimo disparo de Ferreira. Al menos, el entrenador tuvo el mérito de saber promocionar adecuadamente a un por entonces jovencísimo Alfredo, que terminaría de deparar muy gratas noticias en el futuro a la afición rojiblanca. Bustingorrri, en un incidente con Moya (autor del segundo gol y que a la larga recalaría en el club atlético), resultó expulsado. En el autobús de vuelta estuvimos viendo los resúmenes de la jornada en una televisión diminuta que portaba uno de los compañeros de viaje.
  2.- 5 de noviembre de 1995. Jornada 11ª de la Liga 95-96. Zaragoza -0-; At. Madrid -1- (Simeone). Primera vez que visitaba La Romareda. En ese año desconocía que poco tiempo después iba a fijar mi residencia en Zaragoza e iba a acudir a ella en muchas más ocasiones, la mayoría para disfrutar con el Aleti. También viaje cómodo, cercano, en autocar, con regreso en el día. Llegamos pronto, nos dejaron al pie mismo de la Basílica del Pilar para comer por nuestra cuenta y, más tarde, llevarnos ya al estadio. Fue el año del doblete. La gran marcha del equipo animó, además de a mí, a otros muchos aficionados colchoneros y prácticamente cubrimos un lateral completo. El regreso fue alegre y bullanguero, gracias a la victoria obtenida. El gol de Simeone plasma a la perfección tanto sus cualidades de llegador en veloz carrera desde el centro del campo como las de su asistente, Kiko, capaz de filtrar un pase en profundidad imposible para la mayoría de los mortales y dejar al argentino mano a mano frente al cancerbero zaragocista, Juanmi.   

  3.- 17 de marzo de 1996. Jornada 31ª de la Liga 95-96. Mérida -0-; At. Madrid -1- (Kiko). Esa misma temporada del doblete, de nuevo viaje organizado con peña atlética (creo recordar que era la peña Ovejero). En esta ocasión se planificó como fin de semana completo, con posibilidad incluso de hacer turismo. Salimos  a primera hora de la mañana, parando en Trujillo, para visitarlo y comer allí. Luego por la tarde se paró en Cáceres, llegando a la capital extremeña ya de noche. Como el partido era a la siete de la tarde, aún tuvimos tiempo toda la mañana del domingo de visitar la monumental y bellísima ciudad romana. En cuanto al encuentro en sí, me llamó la atención el gran número de seguidores rojiblancos que, además de los que viajamos desde Madrid, poblaban las gradas, procedentes de diferentes ciudades extremeñas, donde el sentimiento atlético está profundamente arraigado. El partido fue disputado, pero la gran calidad del equipo permitió acceder a la victoria, merced a un cabezazo bombeado desde el borde del área de Kiko, rematando un lejanísimo pase. La vuelta, de un tirón, totalmente de noche, nos hizo arribar a la capital del Reino, como se suele decir en estos casos, a altas horas de la madrugada.  
 4.- 20 de diciembre de 1997. Jornada 18ª de la Liga 97-98. Barcelona -3- (Luis Enrique -2- y Giovanni de penalti); At. Madrid -1- (Roberto). Invitado por mi amigo Quique, veterano seguidor colchonero, por entonces residente en la localidad barcelonesa de Capellades, visité por vez primera el Nou Camp. Tenía mucha ilusión por conocer tan monumental recinto. La verdad es que es precioso. Volé a primera hora de la mañana desde Madrid, me dí una muy placentera vuelta por la Ciudad Condal y quedé con mi amigo a media tarde, cerca del Corte Inglés de la Diagonal, en pleno bullicio pre-navideño. Yo tenía ya una edad, mesurada y reposada, en la que no solía indignarme con los arbitrajes como antaño. Pero en esta ocasión me indigné mucho. Y mi amigo más. Se puso a vociferar en contra del árbitro, un joven Pérez Lasa, aún si cabe más soberbio y prepotente que lo que es ahora, acusando de robo y similares, totalmente rodeados de aficionados culés que nos miraban con gesto adusto y desairado. Por cierto, me llamó la atención la visceralidad y radicalidad exacerbadas del público barcelonista. El partido se inició de forma prometedora. Un soberbio cabezazo de Roberto, ya cedido en el mercado de invierno a su antiguo club españolista, a la salida de un córner, adelantó a la muchachada rojiblanca. Pero en la segunda, tras el tempranero gol del asturiano Luis Enrique, llegó la exhibición del trencilla. Por un simple forcejeo, que además no pudo ver, porque ocurrió a sus espaldas, expulsó a Santi. Tampoco lo apreció ninguno de sus auxiliares. Tuvo que ser Guardiola el que, en tareas arbitrales, pegándose un llamativo sprint de sesenta metros, viniera a decirle que tenía que expulsarle. Luego el segundo gol llegó de penalti inexistente, en el que Pizzi se tiró a la piscina ante la salida de Molina, que encogió los brazos para no tocarle (y no le tocó) y el tercero en flagrante fuera de juego de Luis Enrique. Al menos las penas se mitigaron al día siguiente con un opíparo almuerzo en el puerto olímpico.   

  
 5.- 17 de enero de 1998. Jornada 21ª de la Liga 97-98. Valladolid -2- (Santi en propia meta y Peternac de penalti); At. Madrid -1- (Kiko). Segunda visita personal al Nuevo Zorrilla pucelano. Y segunda derrota. También acudí con viaje organizado para aficionados atléticos. Por última vez, dado que desde entonces en adelante los desplazamientos para presenciar partidos de mi equipo han corrido siempre por mi cuenta. En esta ocasión, siendo el partido un sábado por la noche y saliendo a primera hora de la mañana, sí que tuvimos ocasión de llegar con mucho tiempo por delante y disfrutar de la bella ciudad vallisoletana. El encuentro fue bastante flojo por ambas partes. No hicimos lo suficiente para ganar, pero lo cierto es que ellos tampoco. De hecho, en la prensa de la época se recalcó que el equipo blanquivioleta venció sin haber disparado vez alguna a palos en jugada. El primer gol fue en propia puerta de Santi tras un mal entendimiento con Molina, mediada la primera parte, igualó Kiko cinco minutos después y el segundo de penalti, excelentemente lanzado por el croata Peternac (como, por otra parte, solía hacerlo siempre), a media hora del final. El resto fue un quiero y no puedo atlético. 
  6.- 19 de septiembre de 1999. Jornada 4ª de la Liga 99-00, año del infausto descenso. Zaragoza -1- (Milosevic); At. Madrid -1- (Hasselbaink). A punto de fijar mi residencia en Zaragoza, ciudad a la que ya acudía de forma constante los fines de semana, presencié el segundo (tras el de 1995) de los muchos partidos más que luego iban a venir del equipo en la ciudad maña, acompañado por primera y única vez por mi entonces novia, hoy esposa. Reñido encuentro en el que el empate fue justo marcador. Los tantos de dos consumados goleadores. El serbio Milosevic, de certero cabezazo, batiendo a un Toni que inexplicablemente era titular por delante de un imperial Molina, y el holandés Hasselbaink, que anotó el primero de sus goles ligueros con uno de sus característicos disparos lejanos, poderoso y colocado.
  7.- 3 de enero de 2004. Jornada 18ª de la Liga 03-04. Zaragoza -0-; At. Madrid -0-. Tras dos años del Aleti en Segunda División, y uno más del Zaragoza, nueva experiencia en La Romareda. El encuentro fue soso y aburrido y con escasos disparos a puerta. Ciertamente ellos dispararon un poquito más, pero en la portería teníamos a un muy acertado Juanma. Desde el punto de vista personal, fue el primero de los partidos en que me hice acompañar por mis sobrinos Guillermo (que ya había asistido alguna vez al Calderón; éste era su primer partido a domicilio) y Álvaro (que con apenas cinco años era su primer partido atlético en términos absolutos, tanto en casa como a domicilio), los cuales, acompañados por sus padres y hermanos, nos habían rendido visita aprovechando las fiesta navideñas.

  8.- 20 de marzo de 2005. Jornada 29ª de la Liga 04-05. Zaragoza -0-; At. Madrid -0-. Un año más, empate sin goles y sin grandes ocasiones. Me acompañó en esta ocasión tan sólo mi sobrino Guillermo, tras viaje en A.V.E. por mi parte de Zaragoza a Madrid y luego, ya recogido el niño, por parte de ambos de Madrid a Zaragoza, para quedarse luego en casa unos pocos días más aprovechando las vacaciones de Semana Santa, y mi suegro Pedro, espectador neutral dado su confeso madridismo. Tuvimos unas localidades muy bajas y mi sobrino, emocionado con la proximidad de los jugadores, no paró de hacerles fotos, sobre todo a Ibagaza, mientras calentaba delante nuestro antes de saltar al terreno de juego sustituyendo a Jorge.  
9.- 5 de febrero de 2006. Jornada 22ª de la Liga 05-06. Barcelona -1- (Larsson); At. Madrid -3- (Fernando Torres -2- y Maxi Rodríguez). Para celebrar mi cumpleaños, romántico fin de semana en Barcelona con mi esposa, y remate de fútbol el domingo por la tarde, en mi segunda visita personal al Nou Camp. Hasta la fecha, última victoria conseguida en el feudo blaugrana. Poco después iniciarían su época histórica e intratable. Con un mayúsculo Petrov, conseguimos manejar el encuentro con pericia y acierto. Las localidades, obtenidas por Internet, eran de fondo, bastante cerca de la portería. Dada mi anterior experiencia de visceralidad de los aficionados culés, no me identifiqué en exceso como seguidor adversario. Tan sólo, a título de apunte, puedo resaltar un breve y “osado” comentario que hice en voz alta, con motivo de un balón en posición de extremo derecho que el holandés Van Bommel se lanzó largo para medirse en carrera con nuestro velocísimo central Perea (y que, por supuesto, perdió): “no sabes con quién te has metido”. Mis compañeros de localidad se limitaron a asentir mi comentario laudatorio.
  10.- 18 de marzo de 2007. Jornada 27ª de la Liga 06-07. Zaragoza -1- (Diego Milito); At. Madrid -0-. Esta vez, con rápido viaje de ida y vuelta en el día, A.V.E. mediante, me vi acompañado de nuevo por mis dos sobrinos mayores, Guillermo y Álvaro, y por su padre Javier, acompañante dada su corta edad. Al llegar, pasamos la mañana en el parque de atracciones. De ahí al estadio y, tras el partido, vuelta a la estación de Delicias. El duelo estuvo rodeado de un magnífico ambiente festivo, dado que se conmemoraba el 75º aniversario del club maño. Y culminó la fiesta con victoria, en una temprana acción aislada de su delantero estrella. Luego se replegaron atrás y no se consiguió vulnerar su línea defensiva. En el tren de vuelta, coincidieron en la sala de espera con el propio equipo atlético, que también regresaba en A.V.E., y se hicieron fotos con Agüero, Mista y Luccin.
  11.- 6 de mayo de 2007. Jornada 33ª de la Liga 06-07. Español -2- (Moha y Pandiani); At. Madrid -1- (Petrov). Nuevo fin de semana turístico, con postre de fútbol incluido, en la hermosa ciudad de Barcelona. Esta vez, además de mi esposa y yo, se apuntaron suegros y tía política. Las entradas al Olímpico de Montjuich, morada provisional de los periquitos, las saqué por Internet, y me correspondieron dentro de un grupo nutrido de alemanes que debían de estar asistiendo a un congreso o similar, todos ellos con sus acreditaciones colgando del cuello. El Español fue netamente superior. Estaba además eufórico, dado que se acababa de clasificar para la final de la Copa de la U.E.F.A. de ese ejercicio, que disputaría y perdería a los penaltis contra el Sevilla. Anotó un gol tempranero y el Aleti no fue capaz de reaccionar. El segundo tanto, ya en la segunda parte, acabó de decantar el encuentro. Volvían tras sendas largas lesiones, a jugar al menos unos pocos minutos, Maxi y Petrov, curiosamente un ex y un futuro españolista.   
 
12.- 28 de octubre de 2007. Jornada 9ª de la Liga 07-08. Levante -0-; At. Madrid -1- (Forlán). Esta temporada fue especialmente fructífera en mis desplazamientos a domicilio, puesto que hasta en cuatro ocasiones tuve la oportunidad de llevarlos a cabo. Ésta fue la primera. Mi esposa y yo aprovechamos para viajar el fin de semana completo, visitar el sábado a nuestros queridos amigos valencianos Vicente y Mara, y sus trillizas de oro, en su localidad de Xátiva, degustar el domingo una inolvidable paella del “señoret” en La Malvarrosa de nuevo en su compañía y acudir más tarde al estadio levantinista tan sólo los caballeros. Vicente tuvo el detalle de acompañarme, dado que es furibundo valencianista y no suele frecuentar mucho ese estadio. Se venció con menos holgura en el marcador que la demostrada sobre el terreno. El gol de Forlán, mediada la primera parte, fue espectacular, en una de sus proverbiales voleas, tras recibir el cuero en dejada desde el pecho de Agüero y pase largo desde la profundidad de la línea defensiva de Zé Castro. Ya lo hicimos en su momento pero desde aquí quiero reiterar nuestra gratitud por el maravilloso trato dispensado por nuestros amigos anfitriones, por si alguna vez tienen a bien leer estas líneas. ¡Lo pasamos siempre estupendamente con vosotros, chicos!.
 
13.- 10 de febrero de 2008. Jornada 23ª de la Liga 07-08. Racing de Santander -0-; At. Madrid -2- (Forlán-2-). Segundo desplazamiento particular de la temporada. Una vez más para festejar mi cumpleaños, mi esposa y yo pasamos un magnífico y romántico fin de semana en la bellísima ciudad santanderina. El domingo por la tarde, conocí un nuevo campo, el del Sardinero (me encanta siempre descubrir estadios nuevos, juegue el Aleti o no; si juega, mejor, por supuesto) y mi mujer reposó en el hotel. Me encantó el ambiente. El equipo cántabro estaba desarrollando una espectacular campaña. Incluso en las gradas oí de primera mano conversaciones sobre las futuras e hipotéticas posibilidades de competición europea. También me agradó especialmente la emotividad de la canción popular “La fuente del Cacho”, entonada antes del comienzo por toda la hinchada racinguista, bufandas al viento. Impactante. Tras una primera parte igualada, en la continuación fuimos superiores y dos certeros disparos de Forlán desde el borde del área (como es característico en él, uno con la diestra y otro con la siniestra), a los que estábamos tan bien acostumbrados, resolvieron la contienda. Abbiati bajo palos hizo un partido sobrio y eficaz. Emocionante la ovación del sector atlético de gradas a Miguel de las Cuevas, que regresaba tras un largo calvario de lesiones, al menos a la convocatoria y a calentar en la banda, aunque no llegó a salir.
 
14.- 24 de febrero de 2008. Jornada 25ª de la Liga 07-08. Osasuna -3- (Sola, Vela y Héctor Font); At. Madrid -1- (Forlán). Desplazamiento breve en autobús de línea desde Zaragoza. Muy temprano, gran madrugón. Me dio tiempo a sacar la entrada en taquilla y luego a hacer un muy agradable recorrido turístico en solitario por Pamplona antes de por la tarde acudir al Reino de Navarra. Con dos goles en cinco minutos los osasunistas sentenciaron prácticamente el encuentro. Fue una de esas salidas con caraja incorporada. Y ya no se pudo rectificar. Me agradó mucho conocer un estadio nuevo, que destila fútbol por todos sus poros, pese a lo adverso del resultado.
  15.- 8 de marzo de 2008. Jornada 27ª de la Liga 07-08. Zaragoza -2- (Pablo en propia meta y Diego Milito de penalti); At. Madrid -1- (Simao). Una vez más mis dos sobrinos mayores, Guillermo y Álvaro, todavía acompañados por su padre, vinieron desde Madrid a Zaragoza a pasar el fin de semana en casa y acudir al partido en La Romareda. El prometedor gol inicial del portugués Simao presagiaba mayores réditos, pero al poco tiempo el autogol de Pablo, en una fulgurante e inexplicable cuesta abajo, igualó el marcador, roto cerca del final por un penalti muy bien fingido por Sergio García.
  16.- 9 de noviembre de 2008. Jornada 10ª de la Liga 08-09. Osasuna -0-; At. Madrid -0-. Por segundo año consecutivo, repetí exactamente el mismo programa de madrugón mayúsculo y traslado a Pamplona en autobús de línea. La única diferencia estribaba en que en esta ocasión mi cónyuge decidió acompañarme, por lo que la mañana turística fue aún mucho más placentera que la del año anterior. Si bien no acudió al partido. Se fue al cine. En cuanto al duelo, el resultado fue más favorable que la derrota del año anterior, pero no así el juego. Estuvimos todo el encuentro a merced de los rojillos, sin aparecer por el área rival ni para darnos a conocer. El veterano cancerbero francés Coupet, en su única temporada rojiblanca, en su último encuentro liguero, hizo una prodigiosa parada a tiro de penalti de Portillo. Comoquiera que el Zaragoza este año penaba en Segunda División, ésta fue mi única visita a domicilio de la temporada.
 
17.- 31 de octubre de 2009. Jornada 9ª de la Liga 09-10. Athletic de Bilbao -1- (Javi Martínez); At. Madrid -0-. De nuevo aprovechando un fin de semana fuera de casa (en esta ocasión puente, dado que el dos de noviembre, lunes, era fiesta, trasladada desde el día de Todos los Santos), en Bilbao, entre Casco Viejo, Gran Vía, txakolís y Guggenheim, tuve la tremenda fortuna de poder conocer un estadio tan emblemático como el de San Mamés antes de su prevista demolición. Debut en el banquillo de Quique Sánchez Flores. Otro partido de visitante con tono gris, sin crear mucho peligro en la primera parte. Tampoco se permitió que nos lo hicieran, pero un único gol fue suficiente. En la segunda atacamos más, nos topamos dos veces con los postes, se creó mucho más peligro, tuvimos al público bilbaíno enmudecido pero, una vez más, a casa de vacío.
  18.- 7 de marzo de 2010. Jornada 25ª de la Liga 09-10. Zaragoza -1- (Jarosik); At. Madrid -1- (Ibrahima). Al ser el partido el domingo por la noche, mis sobrinos, que tenían clase al día siguiente, no tuvieron este año ocasión de desplazarse. Fue un partido muy disputado. Siempre lo recordaré como aquel en el que Reyes recibió miles de faltas, que encima le eran reprochadas por el público, como si fuera culpa suya el que le dieran patadas, y en el que acabó expulsado por empujar a un rival tras la enésima zancadilla. El muy madrugador gol del checo Jarosik, de cabeza a la salida de un córner, parecía que iba a ser definitivo cuando ya en el tiempo de descuento un medido pase de Jurado desde la banda izquierda lo cabeceó el joven delantero senegalés Ibrahima, en una de las escasas acciones positivas que pudo aportar al club. La emotividad del gol me hizo, en contra de mi costumbre y a despecho de mi integridad física (es broma; el público de la Romareda es uno de los más tolerantes con los rivales que he podido apreciar en mi larga “carrera” de espectador), gritar el gol de forma clara y rotunda.
  Y 19.- 19 de febrero de 2011. Jornada 24ª de la Liga 10-11. Zaragoza -0-; At. Madrid -1- (Agüero). Por primera vez mis sobrinos solos, que para eso ya eran mayores, se desplazaron de Madrid a Zaragoza en A.V.E.. Como siempre, bien recibidos en casa. Jugaron mucho con nuestro hijo mayor, Pedro (que ya es socio no abonado del Aleti) que por aquel entonces tenía siete meses. Mi último encuentro de foráneo, tanto en La Romareda en particular como en general con los demás equipos. En este caso, primera victoria desde que soy residente en la capital del Ebro (espero que vengan más, y que yo pueda verlas). Fuimos netamente superiores y el gol de Agüero, a poco de empezar la segunda parte, en una de sus características y recordadas arrancadas desde la banda derecha, con disparo escorado incluido, fue suficiente. A destacar el estreno como titular de un jovencísimo Koke, que desde entonces hasta ahora ha progresado muy adecuadamente.

  Para concluir, al igual que hice en el anterior artículo de mis partidos como visitante, centrado en exclusiva en el Real Madrid, recapitulemos brevemente mi estadística particular con el resto de rivales. Nueve diferentes estadios. Diecinueve partidos presenciados (la mayoría como colofón de un estupendo fin de semana). Seis victorias, cinco empates y ocho derrotas. Dieciséis goles a favor y diecinueve en contra. No siendo tan negativo como contra el Real Madrid (lo cual es obvio, al ser un rival mucho más poderoso que la mayoría de los demás rivales) no es favorable. Pero al igual que concluí allí, resaltar ahora que particularmente todas las victorias me hicieron disfrutar con mi equipo y sentirme orgulloso de él. Y encima con todas estas visitas un dato añadido más. Me permitieron disfrutar de unos días maravillosos, casi siempre con mi esposa, en ciudades todas ellas estupendas y “coleccionar” experiencias en nuevos estadios de fútbol (alguna de ellas, como la de San Mamés, pronto será irrepetible). Espero que en el futuro vengan muchas más. Y me encantaría que, si ellos quieren, me pudieran acompañar, además, mis hijos, todavía pequeños.                                  


JOSÉ MIGUEL AVELLO LÓPEZ

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